Hoy es un día feo. Un día de esos en los que miras por la ventana y ves que hace un dia agradable, con solecito, con una temperatura buena y, en general, "un dia chachi". Y, al mirar, piensas lo agradable que debe ser estar ahí fuera. O tener una razón para estarlo, y, que sin embargo, tu lugar (mi lugar), en realidad es este, estar en tu (mi) celda personal, y que realmente no tienes unos buenos motivos para querer estar afuera disfrutando del día que hace.
Pensar que, en realidad, no se te ha perdido nada en la calle, porque la alternativa es salir, dar un paseo, contemplar a la gente que si tiene un buen motivo para estar ahí, y quizá, volver contento tras haberte contagiado un poco de la felicidad de aquellos que se han cruzado en tu camino. Hasta que se te pase, como todo.
No se, pienso en estas cosas, y recuerdo eso de "estos son los mejores años de tu vida, tienes que aprovecharlos", y luego pienso que días feos, como este, hay pues casi tantos como días normales o días buenos, y me planteo cosas. ¿Esta sensación de desarraigo por qué es? Yo tengo la teoría de que un factor importante es que "antes eran malos tiempos".
Quiero decirte, antes, los jóvenes, por lo que se nos cuenta, tenían que trabajar para ganarse la vida. Hoy en día estudias, y estudias y estudias, o quizá trabajas, si no tienes tanta "suerte".
Pero lo haces porque se supone que es lo que debes hacer. No hablo solo del estudio, hablo de todo. La gente va al gimnasio a hacer deporte, pero muchos no van porque les guste, van porque "es lo más sano".
O sea, muchas cosas se hacen "porque es lo mejor", aunque no disfrutemos con ellas. Yo creo que, actualmente, llega un punto de alienación casi total, donde la gente que controla más o menos su vida (ojo, no incluyo a los que pasan de todo, los que se dan "la buena vida" y luego terminan mal), en realidad hace pocas pocas por una iniciativa propia que surja realmente de sus deseos y no de sus deberes o potenciales de mejoría.
También influye nuestro día a día. En mayor o menor medida, entramos en contacto con unas personas; la mayoría casi siempre las mismas. Esto nos lleva a establecer lazos, lo cual es bueno.
¿Pero qué pasa cuando se oberva que (inevitablemente, dado que todos somos imperfectos) estos lazos no siempre nos proporcionan bienestar? ¿Cuando, por ejemplo, aquellas personas a las que más ligado te encuentras, te dan una pequeña decepción? Realmente son cosas que se van superando, pero no se, todo suma, todo suma. Y al final todo el mundo resulta que una vez que los conoces, ya "no es lo mismo", ves que todos son (somos) falibles y de hecho tendemos al error. Entonces, muchas veces esos enlaces no te llenan, o aunque lo intentes, no te hacen sentir que formas parte de algo; se han ido desgastando. O eso parece. Nunca se sabe cuando pueden sorprendernos, también, con cosas bonitas, claro está.
Sin embargo va llegando un punto en el que admites que "las cosas pasan", que lo que llegue, habrá que aguantarlo como venga, que no merece la pena estresarse por cosas que no puedes solucionar; tu también, en cierto modo, te vas desgastando. No literalmente, pero una parte de tí si. Al final, todo termina siendo un poco "me da igual"; lo que haya que hacerse, se hace, si se puede. Y fin del asunto. Volvemos a la alienación del comienzo.
Hoy, para mí es un día bastante feo, porque pienso todo esto, y pienso en cuando muchas veces hago referencia a "cuando era (más) joven" y me dicen lo joven que todavía soy. Ese es el problema. Se supone que la juventud es el mejor momento.
Y en realidad, la mayor fuerza que me empuja hacia delante, es la curiosidad por ver lo que nos espera.
EDIT:
Y, a todo esto, ¿La fuente que utilizo se ve bien? ¿Sugeriríais algún cambio de tamaño, formato o color? Gracias por adelantado.
Un saludo.
Te veo un poco deprimido, sirecillo. Animese, ¿sí? A usted le gustaba salir a pasear a la calle, y es que mola ^^.
ResponderEliminarBueno, sirecillo, solo me queda decir que... la letra es un poco pequeña, quizá un poco más grande se vería mejor. Es que el fondo negro con letra blanca cansa más la vista, y encima más peque, pues eso.