lunes, 6 de junio de 2016

[Review] The Witcher 3 + DLCs (HoS + B&W )


Después de haber terminado esta gran, gran franquicia, creo que es un momento tan bueno como cualquier otro para hacer un análisis, al igual que aproveché la salida del Dark Souls 3 para evaluar el primero.

The Witcher 3: Wild Hunt, fue estrenado hace poco más de un año (20 de Mayo de 2015), anunciándose así como la última aventura del brujo Geralt, en la que tanto el argumento de los libros como el de los juegos anteriores (terriblemente sobrevalorados, en mi opinión) llegarían a su fin. Con esta promesa, se espera un argumento rico en sucesos, fluído y lleno de caras conocidas.

A pesar de ello, quizá el mayor "pero" que tiene el juego es, precisamente, que el argumento de los anteriores "The Witcher" se obvia, y aunque te permiten importar una partida guardada del The Witcher 2, ésto sólo influirá en algunas decisiones y reacciones de personajes, llegando a ser algo prácticamente simbólico, casi como si nunca hubiesen ocurrido. De la misma forma, si no jugaste el TW2 o si sí lo jugaste pero no tienes tu guardado, en Wild Hunt tendremos, al final del tutorial, un diálogo donde responderemos a "preguntas de nuestro pasado"; lo que nos permite simular las decisiones relevantes de un guardado que pudiésemos importar.

Con ello en mano, sabemos lo suficiente para entrar de lleno en el análisis del juego per sé.  Aunque voy a intentar evitarlo con toda mi alma, si voy a hablar del juego, es factible que deje caer algo del argumento de los libros, así que leer bajo propia responsabilidad.

En The Witcher 3: Wild Hunt, encontramos un Geralt que tras lo acontecido en las anteriores entregas (que, a su vez, transcurren tras los libros), se dedica plenamente a su oficio: la caza de monstruos. Sin embargo, al término de nuestro primer contrato recibiremos una misiva en la que se nos informará de que nuestros servicios son requeridos para encontrar a alguien de nuestro pasado. Con esta simple premisa, Geralt se embarcará más en una investigación que en un viaje, recorriendo así Velen y Skellige, siendo la primera una tierra en disputa por dos bandos militares, y la segunda un archipiélago altamente inspirado en la cultura nórdica, ambos escenarios desarrollados con mimo y detalle, y acompañados por una banda sonora magistral que nos hará sentir una inmersión prácticamente completa. Los escenarios estarán poblados de personajes con los que podremos interactuar, llegando a encontrar un elevadísimo número de misiones secundarias, en general muy bien trabajadas, pero también dándonos la oportunidad de presenciar divertidas escenas cotidianas, como regateos entre vendedores o anuncios en los que los vecinos de un pueblo insultan a los de otro. Durante nuestra búsqueda, tendremos que tomar un gran nçumero de decisiones mientras encarnamos a Geralt. Algunas traerán consecuencias mayores para el argumento, para la región o para algún personaje. Otras serán menos drásticas, y finalmente algunas no tendrán consecuencias indirectas de ningún tipo.

Como  fin último, deberemos derrotar a la cacería salvaje (esto no lo considero un spoiler, ya que lo dice el propio nombre del juego),  un mal ya descrito en los libros como  imperecedero, imposible de ser combatido o destruído. Por tanto, el cómo se hará, no lo mencionaré, aunque sí diré que el final del juego es verdaderamente épico, aun presentando fallos evidentes. Antes de comenzar con los DLCs, (Hearts Of Stone y Blood and Wine), paso a lo que sería el análisis de los apartados uno por uno.

Trama y desarrollo
Con sus más y sus menos, sólo puedo decir que The Witcher3: Wild Hunt es el juego que más me ha entretenido de lejos, desde que era un retaco, rivalizando con la que hasta entonces había sido mi
saga preferida: Golden Sun. A nivel de trama, encontramos un juego dividido en tres actos, siendo el primero quizá muy diluido, en cuanto a argumento se refiere. Nos darán la información que necesitamos con cuentagotas, lo que podría ser un problema para algunos jugadores. Teniendo el cuenta que el juego se anunciaba como "más de 100 horas de juego", yo no he tenido prisa y he adoptado un enfoque intermedio: no me he recorrido todo el mundo buscando los contratos ni las misiones secundarias, pero siempre que encontraba alguna al lado del camino solía ponerme con ella, lo que ya es más que suficiente para distraerte un buen puñado de horas.

Mientras avanzamos tan poco a poco, Geralt se encontrará con otros personajes cruciales para su búsqueda, pero también con viejos amigos y clásicos, no sólo de los juegos, como Roche, sino de los libros, como Jaskier,  Dijstra o Jennefer... Realmente han creado una trama muy viva, que embelesará a los amantes de los libros en particular. Aún cuando hay claros problemas con el ritmo de la trama principal, estos pasan completamente inadvertidos por la calidad del contenido que se nos está mostrando en su lugar, por lo que es "difícil" darte cuenta de cuando te están metiendo relleno.

Además, durante las distintas tramas, se nos presentarán situaciones imprevisibles, por lo que la toma de decisiones no dejará de ser un desafío más, que no hace sino enriquecer en general esta sensación de inmersión: nos hará plantearnos dos veces nuestros actos antes de hacer algo dramático.

En este apartado, aún cuando hay fallos relativamente obvios, no se me pasaría por la cabeza menos de un sobresaliente, pasando al 9,7 /10 en lo relativo a la trama y el desarrollo, ya que cuando la primera flojea, el segundo la compensa con creces.

Jugabilidad

 Quizá el punto más flojo del juego, en lo que a mí respecta. He leído críticas que decían "cómo a la gente le puede gustar tanto un juego con 2 ataques y 5 magias". Buno, es relativo. El juego ofrece cuatro niveles de dificultad diferentes, y el escalado es realmente notable.  Basándome en los niveles más altos, puedo imaginarme que los dos más bajos sean bastante deficientes en lo que el combate se refiere. En el tercer y cuarto nivel, personalmente, no lo he llegado a encontrar aburrido ni repetitivo, salvando una única ocasión, en la que un jefe en concreto tenía demasiada vida para mi gusto en el nivel más alto de dificultad. Excepción a parte, creo que el nivel perfecto es el tercer nivel de dificultad, "Lágrimas, sangre y sudor", ya que ofrece un combate desafiante pero no absurdo, y a la vez los enemigos no tendrán tanta vida como para que te aburras de pegarles. En los dos casos, lo más difícil es "el tutorial" (que a su vez, será un mapa mediano muy bien trabajado), ya que es cuando te haces con las mecánicas, y además aún no tienes muchos de tus recursos de brujo, que de todas formas te verás obligado a utilizar en estos niveles más altos de dificultad (bombas, pociones, y sobre todo, extractos de monstruos, sin los que te costará avanzar en nivel difícil y muy difícil). En general, el combate es sencillo pero resultón, ofreciéndote un árbol de talentos que te permitirá centrarte en tus señales, en el combate con espadas o en tus recursos alquímicos, aunque en los niveles más altos de dificultad deberás aprender a hacer uso de todos estos recursos, lo que no es un problema, sino que, de hehco, enriquece la experiencia. Después de haber jugado el juego principal y los DLCs, no ha llegado a resularme repetitivo (antes al contrario, sigue siendo desafiante), por lo que no puedo darle una mala nota.

A parte del combate, encontramos el movimiento a caballo o en barco (en contadas excepciones, incluso bucearemos por grutas o en pecios hundidos), y dentro del primer punto, las carreras de caballos, entre las que se echan en falta más al ser muy dinámicas y proponer un reto distinto.

También encontramos el minijuego de Gwynt (o Gwent, en inglés), un juego de cartas infinitamente más dinámico que el poker de dados de los anteriores juegos, aunque también más adictivo y con más gancho. Durante su aventura, Geralt tendrá numerosas ocasiones para mejorar su baraja, y no parece estar dispuesto a dejarlas pasar. Este minijuego hará apariciones estelares a lo ancho y largo de la trama principal, y en esta ocasión los chicos de CD Project Red han hecho un gran trabajo al diseñarlo. Además, tanto el Gwynt como las carreras de caballos y las peleas de puñetazos, estarán organizadas en misiones que, finalmente, desembocarán en competiciones desafiantes que no decepcionan, ni a nivel de jugabilidad ni argumental.

Puntución relativa a la jugabilidd:  9,3/10, tenidos en cuenta no sólo el combate, sino los extras: carreras de caballo, Gwint y peleas de puñetazos, todas con sus respectivas cadenas de misiones.

Gráficos y sonido
Hay poco que decir aquí que no se pueda ver en los videos. Desde la versión 1.01, el juego ha ido mejorando en muchos aspectos, entre ellos el de la optimización. Con el tiempo, el resultado final ha acabado siendo bastante parecido al que se mostraba en el trailer de lanzamiento, como puede verse aquí,  aquí o aquí.

De la banda sonora, sólo puedo decir que es magistral. En youtube podemos encontrar 2 versiones: la de los temas del juego, y la ambiental (BSO de los escenarios). Personalmente, a mí tanto el apartado gráfico (no sólo a nivel visual, sino de ambientación, caracterización de personajes, animación...) y el de sonido, me han parecido sublimes. Por tanto, al no poder poner ninguna pega, le doy un 10/10 en gráficos y sonido.

Optimización
Un tema peliagudo al lanzamiento, ya que dependiendo de la tarjeta gráfica con la que se jugase se daban unos errores u otros. Hoy por hoy, incluso con la gráfica integrada de un procesador el juego puede funcionar aceptablemente bien (30 FPS en medio-bajo). Con una gráfica de sobremesa de gama media, se puede conseguir una experiencia muy buena, y con una gama media-alta se puede maximizar siempre que no juguemos a resoluciones demasiado altas, como el 2K o el 4K.  Además, el juego es muy configurable a nivel gráfico, hasta el punto de poder dejar el terreno casi pelado (sin vegetación), las texturas casi inexistentes, sin sombras... han hecho un buen trabajo asegurándose de que nadie se quedaba sin jugarlo por no tener un equipo suficientemente potente, un movimiento entrañable si se compara con la tendencia de algunos juegos que se anuncian como geniales por tener altos requisitos (como el Shadows of Mordor, que anunciaba orgulloso que se necesitaría todo y más para poder moverlo al tope de calidad), que traen una optimización pésima, algo que, lamentablemente, cada vez ocurre más.

Al principio podría haber sido mejor, claro, pero hoy por hoy, con el último DLC recién lanzado, se puede decir que han hecho un gran trabajo optimizando tanto para Nvidia como para AMD, consiguiendo admeás un soporte aceptable en multicore (hasta 4 hilos). Por tanto, en optimización han hecho un buen trabajo también, quizá más difícil de puntuar que en los demás apartados. Le pongo pues, un 8,5 en optimización.

Durabilidad y dificultad
En cuanto a durabilidad, y con todo lo ya explicado en mano, puedo afirmar que es fácil sacarle 60 horas al juego base, sin contar con los DLCs y sin necesidad de ponerse a explorar todo el mapa. El juego, aún así, ofrece esa posibilidad, y es contenido extra que sigue ofreciendo misiones secundarias, mazmorras para explorar, puzzles, contratos de brujo, etc. En cuanto a la durabilidad, tengo claro que 10/10. En lo que respecta a la dificultad, sí que se echa en falta que algunos jefes tuviesen más fases, y que en el último nivel de dificultad no se abusase tanto del exceso de vida y daño sino que se añadiese algún obstáculo añadido a los jefes, para hacerlos no más largos sino más dinámicos.  Como expliqué en el apartado de jugabilidad, los combates son simples sin llegar a resultar repetitivos. Contra algunos enemigos sudaremos más que contra otros, pero sobre todo, en los niveles más altos, lo que peor nos lo hará pasar  al principio serán los grupos grandes de enemigos débiles: cuidado con los sumergidos!

En dificultad le doy un 7/10, al no estar mal hecho pero presentar un escalado bastante mejorable. Con una build adecuada, en el nivel más difícil puedes eliminar a enemigos de tu nivel de 3-6 golpes, por lo que me imagino que en los dos niveles más fáciles, el combate tiene que ser bastante aburrido.

En cuanto al juego base, eso es todo. Pasamos ahora al resumen de las dos expansiones: Hearts Of Stone y Blood and Wine!

En cuanto al DLC "Hearts of Stone",  Geralt conocerá a un nuevo personaje, Gaunter O'Dimm, un hombre misterioro que encarna a la clásica figura del veterano en hacer tratos y conceder deseos.

Con esta premisa, no es difícil imaginarse por dónde van a ir los tiros... aunque no seré yo quien lo desvele. De una u otra forma, Geralt se verá obligado a mediar entre Gaunter O'Dimm (también llamado el hombre del espejo, o Mr. Mirror) y un villano inmortal, Olgierd von Everec. Decir más sería acercarse peligrosamente al spoiler, por lo que prefiero no salirme del material que se puede apreciar en el trailer de la expansión.

Durante esta expansión obtendremos una trama principal muy intensa, aunque de nuevo, rica en relleno, eso sí, de buena calidad.

El fallo más reseñable es que apenas se añaden nuevos enemigos y misiones secundarias, y que cuando ya se está casi mascando el final, hay, por así decirlo, un capítulo que bien podría ser tangente a la trama que se alarga demasiado. Aún así, la trama está muy bien hecha, no es particularmente predecible, y sobre todo, atrapa al jugador como lo haría un buen libro.

Como toda aventura con un buen inicio, tiene un buen final. Por el precio del DLC fue una gran compra para retomar las aventuras del brujo, no se puede decir mucho más. La duración de este DLC, completando casi todos las misiones secundarias (pero no la exploración), que eran bastante escasas, rondaba las 22 horas, creo recordar.





Pasamos finalmente a la última expansión, Blood and Wine.

En esta ocasión, encontramos una auténtica expansión con un nuevo mapeado de un tamaño a tener en cuenta, quizá algo menor que Velen, pero ahí ahí. Encontraremos además un nuevo lote, ahora sí, de enemigos, así como algunas caras conocidas de los personajes de los libros.
En esta expansión, Geralt viajará a Toussant, la tierra del vino, inspirada en Francia e Italia. Los lectores de la saga, sin lugar a duda, lo recordamos con cariño, y una vez mas, los chicos de CD Red se han portado y se han asegurado de que todo se ciñese a la descripción de los libros, salvo quizá la Condesa, un pelín más comprensiva de lo que solía ser por aquel entonces, y bastante más carismática. Contratado por los caballeros del ducado de Toussant (o como se escriba!), Geralt viajará al sur para tratar de esclarecer la verdad sobre "La Bestia", una criatura que nadie ha visto ni descrito, pero que siembra el caos en Baucleair, capital del ducado.  Con ello, el brujo emprende su último viaje hacia esta región rica y pacífica donde se le presentará un sinfín no sólo de trabajo, sino de las afamadas "Búsquedas de equipo de brujo", que llevarán al jugador a recorrer la región para dar con las piezas más selectas de los antiguos equipos de expertos cazadores de monstruos.

Encontraremos en Blood and Wine un argumento bastante bueno, tan entretenido como en Hearts Of Stone pero quizá menos intrigante. Por contra, el desarrollo se ceñirá más a lo que sucedía en el TW principal, y tendremos una trama muy rica acompañada de múltiples sucesos paralelos, como torneos de caballeros, romances y conflictos morales. La banda sonora se moverá en un estilo bastante distinto, pero no por ello peor, logrando una perfecta integración con el apacible condado.  Respecto al desarrollo de la aventura, el trailer deja mucho a la imaginación y muy poco a la vista, así que para evitar los spoilers, yo voy a hacer exactamente lo mismo.

Con todo, puedo decir que la aventura tiene un final contenido, pero a la vez épico a su manera, de alguna forma espectacular. Sin meterse en problemas apocalípticos, se han asegurado de tener al jugador en vilo hasta el mismísimo final, y lo han hecho verdaderamente bien.

Una vez que todo ha terminado, se activa una misión más, tras los créditos, en cual los chicos de CD Red se aseguran de no dejar dudas: después de tanto tiempo, con tres juegos a sus espaldas y siete libros (la reciente precuela, admitámoslo, fue muy decepcionante), Geralt de ninguna parte, caballero de Rivia, se retira para siempre, y bien merecido lo tiene. Buena suerte en la senda, amigo.

jueves, 2 de junio de 2016

Prólogo: El Alquimista



Después de mucho tiempo sin subir nada de escritura, y ya "en vísperas" de la publicación de "Los Ecos de la Venganza" (a falta de la maquetación, de un nuevo título y de la portada), he comenzado a preparar la siguiente novela, que desarrolla una idea tangente a Los Ecos, de la cual hice un trozo que, de hecho, iba a formar parte del final de la novela originalmente, pero que finalmente no va a ir con ella ya que más  que añadir algo al final, lo deja abierto en vez de cerrado. El trozo  en cuestión es de 2013, por lo que está bastante poco refinado y es bastante basto en términos generales. Aún así, la idea de "El Alquimista" surge en términos generales de allí, y se compondrá las andanzas en solitario de Fharrel (Jan Farelian), tras los sucesos acontecidos en Los Ecos (y por tanto contiene spoilers menores), y de algún modo formará el puente entre Los Ecos y su secuela, de la que este personaje tmbién formará parte. Sin más, el texto, esperando simplemente que os guste : )


Mi Querida Caroline,

Te escribo puntualmente esta carta, tal y como te prometí la última vez que nos vimos. Cuento con calma cada día que pasa, sabiendo que es un día menos para poder volver a ver tu rostro, y mientras lo hago, te imagino, a ti, Caroline, mi dulce Caroline, buscándome entre las sombras, preguntándote si acaso en esta ocasión no te habrá de llegar mi carta, este escrito que con tanto aplomo te envío cada mes, siempre para asegurarme de que no te olvidas de mí, de la promesa que te hice. No me verás en tu palacio de marfil, no aún, aunque sé que seguirás buscando mis ojos en el rostro ajeno, mi olor en cada cruce de pasillo. Sé que esta carta no ahogará las ascuas que te consumen, pero te lo aseguro, mi promesa sigue viva, ahora y siempre.

No te olvido.


Llegaba tarde, lo sabía. Llevaba meses esperando aquel momento y, a la hora de la verdad, ya se sentía decepcionado antes incluso de empezar. A su alrededor, la gente bullía en un alboroto alegre, quizá no especialmente intenso, pero a él se le antojaba ensordecedor.  Sí, le sudaba la mano, le sobresaltaban las pisadas de los extraños a sus espaldas, y su mirada corría de aquí para allá inquieta. Se abrió la puerta por enésima vez aquella noche, en el otro extremo de la sala, donde se agrupaban los bebedores más fugaces. Él no alcanzaba a ver la entrada, pero en ese mismo momento supo que su cita había llegado. Durante un breve momento, los rostros curiosos le dieron la espalda, señal inequívoca de que algún viajero extravagante había cruzado el umbral. 


Covedine ni siquiera estiró el cuello: conocía los hábitos de su invitado, así que simplemente trató de parecer lo más cómodo posible y dio un trago a la jarra de cerveza.


Esperó unos segundos y sólo entonces vislumbró, sobre los cogotes de la multitud, una larga pluma verde coronando un sombrero de ala. Para su sorpresa, el viajero de la pluma no se dirigió hacia él, sino que, de hecho, se plantó en la barra y estudió con detenimiento toda la sala, justo antes de encargar una bebida. Covedine le miró, inseguro, y le saludó con la mano. El extraño lo vio a él, de eso estaba seguro, pero en lugar de responder el saludo se encogió de hombros y le dio la espalda.  El hastiado hombre bufó; estaba claro que aquel no era su acompañante, lo que implicaba seguir esperando. Se preparó para darle otro trago a su bebedizo, y entonces una mano amiga lo sobresaltó.


“Debía asegurarme” le susurró al oído una voz “la última vez que me encontré con un viejo conocido, intentó que la guardia me arrestase. Qué te voy a decir. No terminó bien. No para la guardia al menos”


El hombre que le había tocado el hombro aún permanecía a sus espaldas, fuera de su campo de visión. Covedine no reaccionó. Le temblaba el pulso, pero hizo acopio de valor y, con cuidado, dio un nuevo trago a su jarra. La mano amiga le palmeó con calidez, y sólo entonces el alquimista se sentó a su lado, vestido, en contra de todo pronóstico, con ropa completamente normal. En su mano llevaba una jarra más apurada que la suya propia, lo que significaba que llevaba en aquella sala más que él.


“Es bueno volver a verte, Jan” articuló, no sin cierto esfuerzo “Después de tantas cartas y de tanto esperar, comenzaba a pensar que no vendrías, que te habría pasado algo. ¿Has estado bien?”


“He” replicó él, esbozando una sonrisa torcida y volviendo a palmearle el hombro. “Covedine, mi viejo amigo… tú eres, según he oído, uno de los pocos leales que estaba allí, en la gran garganta cuando mi padre murió. Sin embargo” añadió el alquimista, mirándole a los ojos “yo no te vi por allí”.


“Huí” bufó el hombretón con un gesto de desdén. El alquimista le miró de hito en hito y reforzó más su sonrisa. Desde que él se había sentado a su lado, el veterano había comenzado a sentirse peor: estaba casi seguro de que sólo eran los nervios, pero tenía sudores fríos, se notaba débil y las risotadas, los comentarios subidos de tono a tan solo unos pasos de él, ahora se le antojaban un murmullo ininteligible. Sin duda eran sólo los nervios, no debía mostrar miedo.


“Siempre me ha gustado tu humor” susurró su invitado, justo antes de comenzar a aplaudir despacio. “El viejo Covedine” pronunció con énfasis, “siempre ácido, siempre… leal. Por eso me gustas tanto. No hace falta ser un genio para saber lo que te pasó aquel día, sólo quiero saber qué opinas tú de los rumores”


El hombre bebió. La bebida se le antojaba insípida, aunque bien podría haber sido por el tiempo que llevaba servida en la jarra. Él levantó el brazo para pedir, pero su acompañante le sujetó presto, mientras le seguía mirando a los ojos, y empujó su propia jarra junto a él. Covedine bebió. El hombre le asustaba, pero no estaba dispuesto a dejárselo ver. Tomó la jarra de bebedizo que le tendía el alquimista y la vació de un solo trago. Jan Farelian volvió a aplaudir, de nuevo despacio, de nuevo con aquella sonrisa mordaz.


“Yo no sé nada” bufó al cabo el veterano. “Estaba inconsciente, así que… qué más da. Jul murió aquel día dando la vida por los suyos, es lo único que sé, y lo único que me importa, la verdad”.


Los dos continuaron en silencio, sin mirarse. Covedine se sentía sorprendido por su propio arranque. Desde que había visto al alquimista había sido incapaz de articular una frase convincente, y de pronto acababa de mostrarse desinteresado, no sólo en lo que le preguntaban sino casi en todo lo que aquel hombre significaba. 


Jan Farelian asintió, se levantó y caminó hasta la barra. Allí habló con el joven del sombrero emplumado, que les observaba ahora con atención. Los dos intercambiaron algunas palabras, y entonces el del sombrero pagó y se fue. El alquimista, sin embargo, pidió otras dos jarras y se dirigió de nuevo a la mesa, donde Covedine esperaba fingiendo indiferencia.

“Esta” indicó el alquimista, mientras le tendía una de las jarras y le invitaba a brindar “no está envenenada”. Los dos rieron, aunque el veterano lo hizo con nerviosismo. No pudo evitar darse cuenta de que ya no le temblaba el pulso y la mano le había dejado de sudar. Sin lugar a duda, los nervios habían ido a menos. Tenía que ser eso.


“Entonces” susurró el veterano, ahora sonriéndole a su compañero “¿Me vas a contar a qué te has estado dedicando?”

“Por supuesto” replicó el alquimista, de algún modo menos amenazante “A eso he venido”