domingo, 16 de enero de 2011

La razón

Hoy, a raiz de pormayores o pormenores, hemos mantenido una charla sobre música, uno de los campos más extensos y polémicos sobre los que se puede tratar.
Yo, desconocedor en general de los dos "grupos" (pop y rock) más extendidos, me he limitado a escuchar la conversación, porque, todo sea dicho, me parece entretenido escuchar como argumenta en contra y a favor cada persona, y además, un punto que siempre me ha parecido que tiene cierto.
Lo que suele resultar siempre, y en todo debate, es que en algún momento suele pasar que o bien una persona se ofende y decide no seguir escuchando (evidentemente convencida de tener la razón, y de que las demás personas blasfeman chapoteando en ignorancia), o bien una de las personas comienza a elevar el tono de voz hasta que se oye más que el de los demás.

En estos casos, como podemos ver en los debates de políticos de la TV; el que tiene la razón es el que más tiempo puede hablar a voz en grito, y más alto.

Partiendo de que como no-dioses que somos, podemos emitir juicios imperfectos, somos incapaces de definir el bien y el mal de una forma objetiva (siempre utilizo el ejemplo de religiones "enemistadas", ambos bandos opinan que solamente ellos hacen el bien) y clara; y desde leugo de forma abosoluta.
Es cierto que podemos emitir ciertos patrones generales (y generalizables) de comportamiento que se podría tomar como adecuado por un colectivo indefinidamente grande (aunque aquí ya podrían entrar en conflicto costumbres, por ejemplo). Sin embargo, de ahí a poder definir una forma "buena" de actuación aplicable para todos, creo que aun nos resta un abismo enorme.

De la misma manera, creo que no se puede definir un "mejor" y un "peor" salvo para escalas extremadamente sencillas, por ejemplo "considerando que en una escala numérica lo mejor está cercano al 10 y lo peor al 0, el 8 es mejor que el 2", y aún así estaría encuadrado en unas ciscunstancias muy concretas. Considerar que algo está más elaborado, ot iene más ventajas directas, o es menos ofensivo (por poner algunos ejemplos) se acerca algo más a la capacidad humana, pero hasta poder decir "lo mio es mejor" creo que no solo resta la humildad humana sino la ignorancia humana... que al fin y al cabo es el entorno de todas nuestras vidas.

SI lo supiésemos todo, entonces quizá si que podríamos definir lo "bueno" y lo "malo", y quizá seríamos dioses. De momento, tenemos que conformarnos con poder gritar más alto que el vecino.

"En el momento en que la voz se alza más que las demás mientras el dedo índice
acuchilla el aira repetidamente, es el momento donde la razón suele ser sustituída
por el fanatismo"


Carlos Garrido

martes, 11 de enero de 2011

"What it's done, it's done"
















Es una de las muchas frases que suenan más bonitas en l alengua inglesa que en la nuestra.
Personalmente, creo que el ingles es mucho más "sentido" que el castellano, cuando veo algo en VO subtitulado y luego en castellano da esa impresión. La gente le echa la culpa a los dobladores, pero a mi me parece que el asunto es ese, no creo que TODO pueda estar mal doblado.

Por otra parte, el asunto del tema no es ese, sino lo curioso que se plantea el siguiente hecho (y, no nos engañemos, en un amplísimo porcentaje de los casos, es un hecho): Los tiempos, por más feos que puedan estar, siempre se recordarán en el futuro con nostalgia, y mientras se recita "qué buenos tiempos aquellos". Esto, creo, lo he leído no hace mucho, pero es algo que todos sabemos, una de esas cosas que llevamos "implícitas", y que aunque nadie nos lo haya enseñado ni nos haya dado por pensarlo, cuando nos lo "revelan", no nos sorprende.


La verdad, estar apoyado contra el cristal viendo llover, con la calefacción puesta, y viendo como en el colegio de enfrente, los chavales aprenden a jugar al balonmano en pantaloncitos cortos si que me causa algo de nostalgia.
Nunca me gustó el balonmano, pero ahí estaba, sabe dios por qué.
"Qué buenos tiempos aquellos" en los que estaba en el colegio, en los que no había ninguna preocupación seria (oh, de aquella, seguramente pensba que si las había, dulce inocencia).


Hace unos pocos meses bajaba de la uni y vi un chaval vendiendo papeletas, de esas que siempre que estás en algún equipo te hacen vender y nunca nadie te compra. Me acerqué a comprarle una, pero ni siquiera lo intentó conmigo, ya debía ir algo desanimado el chico.
No se, hay momentos (supongo que especialmente en el bachiller, donde me asemejaba más a como soy ahora, y donde más a gusto estuve [paradójico, en la uni y aun no se si estuve va con "v" o "b"]), y cuantas cosas dejé pasar. Dicen que esta etapa es la mejor de nuestra vida.


Yo, paradójicamente, solo espero que dentro de unos años no mire hacia estos momentos y piense "ah, qué buenos tiempos aquellos".
Aunque tal vez no queda otra.

Carlos Garrido

EDITO:
Y un feliz año 2011 a todos mis lectores ^_^