domingo, 2 de noviembre de 2014

Tarta de queso de la madre de Arke, versión sureña. Del otro Carlos Garrido.

Hola, buenas. Escribe el segundo Carlos Garrido, mucho más del sur que el original, con permisos prestados para escribir alguna cosilla de vez en cuando por aquí.
Hace poco hice la tarta de queso de la entrada de abajo, y como no puso fotos ni nada, pues las cuelgo yo y os las enseño xD

Lo primero, elegir el recipiente. Yo tengo dos, uno más profundo y otro más plano. De volumen andan igual, pero por estética el primero es mejor para tartas y cosas así. El segundo es sobre todo para cosas saladas, pero que vamos, no lo vamos a discriminar por su tamaño.

                                     

Con los ingredientes que ya conocemos, lo segundo que hay que hacer es moler las galletas. Uno dirá: pues que lo haga la turbomix. Pero eso es para flojos, los hombres de verdad machacan los dos paquetes de galletas con los puños. A falta de puños, se puede usar un mortero. Ilustro:


Sufrid galletas, sufrid.
 ¿Dije dos paquetes de galletas? Sí. Eso dije. Esto es lo que pasa cuando mueles dos paquetes de galletas: 
Un poco más... un poco más... un poco más... Ya no lo quiero.

Tercer paso: tirar a la basura el exceso de galleta picada. Alternativamente, guardarla en un tuper. Cuarto paso: añadirle la mantequilla derretida y aplanar con una cuchara. Más vale quedarse corto de mantequilla y luego añadir otro poco, que no dejarlo todo flotando en mantequilla y volver a tener que picar galletas o intentar recuperar la que tiramos a la basura. 

                                      

Yo sugiero no cubrir los bordes, por estética, y porque se queda un pegote de galleta mantequillosa en la parte del círculo exterior. Tiene que ser una capa fina de galleta. Tendría que quedar así de bonito:

                                     

Quinto paso: hacer magia vudú con la vitrocerámica. Consiste en poner en un cazo la nata y la leche y hacerlas hervir pero sin fuego. Nota: si tu vitrocerámica sale rosa en la foto, te está intentando decir que eres gay. 

Abudala-bachuneba!
Sexto paso: añadir el queso Filadelfia a la mezcla de nata y leche hirviendo. Remover con unas varillas hasta que esté todo completamente disuelto, y añadirle gelatina Royal sabor limón para que espese. Se tendría que quedar espeso como si fuera cera derretida, no espeso como miel ni espeso como engrudo. La maicena es tu enemiga.


                                     

Séptimo paso: llenar el resto del molde con la mezcla que hemos hecho. La cantidad viene justa para llenar el molde, pero si utilizáis uno más grande, pues hacéis más cantidad. De todas formas, para la cantidad de galleta que hay la proporción está muy bien. Hay que dejarlo enfriar unas seis horas en la nevera, si puede ser tapado o con papel film para que no coja sabor a las demás cosas del frigorífico, que suele estar lleno de olores agresivos como conservas, pescados, cítricos, etc, y no queremos eso. Si no tenéis seis horas disponibles, podéis utilizar el congelador. También con papel film, porque meter cosas calientes al congelador genera escarcha. 


 Este es el resultado final. Así mismo ya queda bonito, pero le puedes poner mermelada por encima. Preferentemente, mermelada de viejas de la fresa fábrica mermelada de fresas de la vieja fábrica. Y si te gusta el sabor, de frutos del bosque. Las dos le vienen bien a esta receta.

Servir fría o del tiempo, y acompañada de grosellas o algún adorno de repostería.

¡Un saludo desde Albacete!

Carlos Garrido Limiñana.




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